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Economía 25.09.25

LA MOTOSIERRA SE ATASCÓ: EL PLAN ECONÓMICO DE MILEI PIERDE FUERZA Y CRECE LA PRESIÓN SOBRE EL PESO

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Después de algunos éxitos iniciales, la motosierra de Javier Milei parece haberse apagado. Argentina fue en su momento uno de los países más ricos del mundo. Hoy en día, es sinónimo de una economía propensa a las crisis que ha incumplido su deuda soberana internacional en nueve ocasiones.

Una oferta de apoyo financiero por parte del Tío Sam muestra hasta qué punto ha caído. La elección en 2023 de Javier Milei -un autodenominado anarcocapitalista que blandió una motosierra durante su campaña presidencial como símbolo de su guerra contra el despilfarro- se suponía que iba a dar vuelta la página de esta narrativa. Pero tras algunos éxitos iniciales, la motosierra de Milei parece haberse atascado.

El valor del peso alcanzó un mínimo histórico este mes después de que una dura derrota del partido de Milei en elecciones locales avivara la preocupación por el futuro de su reforma de libre mercado. Los inversores se deshicieron de bonos y acciones. El índice de referencia Merval del país -donde cotiza YPF, la petrolera estatal- amplió sus pérdidas en lo que va del año hasta un 25%. Tras algunos éxitos iniciales, la motosierra de Milei parece haberse atascado.

En medio del pánico, el banco central del país gastó más de 1.000 millones de dólares de sus reservas internacionales la semana pasada para defender el peso. Esta semana, el secretario del Tesoro Scott Bessent dijo que EE.UU. haría ”lo que fuera necesario” para ayudar a Argentina, incluyendo líneas de swap y compras directas de deuda en dólares argentina. Este gesto de apoyo debería brindar cierto alivio a corto plazo frente a las ventas. Pero no aborda el núcleo del problema de Milei: la tensión inherente entre su estrategia de usar un peso fuerte y la austeridad fiscal para domar la inflación, mientras intenta hacer crecer la economía y mejorar el balance externo del país.

El problema de buscar un peso fuerte es que, si bien abarata las importaciones, también hace que las exportaciones de las empresas argentinas sean menos competitivas. Esto, a su vez, limita la capacidad del país de acumular divisas extranjeras necesarias para cumplir con sus deudas.

Argentina tiene 95.000 millones de dólares de deuda denominada en dólares y euros, frente a reservas netas de alrededor de 6.000 millones, según Barclays. Debe afrontar pagos de deuda por valor de 44.000 millones entre ahora y el final del mandato de Milei en 2027. Milei difícilmente pueda darse el lujo de usar las escasas reservas de divisas para apuntalar el peso. Se está quedando sin opciones fáciles.

Los recortes masivos al gasto público ayudan a controlar la inflación porque dejan a la gente con menos dinero en el bolsillo para gastar. Pero la paliza que recibió el partido de Milei en las elecciones locales de este mes sugiere que los argentinos están perdiendo la paciencia con la austeridad. Cuando los votantes se retiran, también pueden hacerlo los inversores. El apoyo de EE.UU. ha roto por ahora este espiral negativo. Pero una devaluación del peso parece cada vez más inevitable. El peso necesita caer alrededor de un 30% para restaurar la competitividad de Argentina y reconstruir reservas de divisas, según Capital Economics. Milei necesita un fuerte desempeño en las elecciones legislativas de octubre para guiar al peso hacia un debilitamiento gradual. La alternativa es una caída desordenada.

El Cronista